Cocinar camarones puede parecer simple y rápido para una comida entre semana, pero en realidad requiere atención cuidadosa ya que los camarones se cocinan en muy poco tiempo. Cuando están bien cocidos, la carne es jugosa y firme, pero eso también significa que pueden volverse duros y gomosos si se cocinan de más. La clave está en la temperatura interna del camarón, sin importar si los estás friendo en sartén, asando a la parrilla, hirviendo o gratinando. Olvídate de esas pruebas de color y textura para saber si están listos, aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre cómo cocinar camarones, incluyendo la temperatura interna ideal, cómo verificarla y los mejores métodos de cocción. ¡Comencemos!
¿A qué temperatura deben cocinarse los camarones?
Si buscas las directrices oficiales de seguridad alimentaria, como las del USDA, te dirán que cocines los camarones a 145°F (63°C). Y eso es técnicamente correcto: a esa temperatura, cualquier bacteria desagradable desaparece. Pero si realmente esperas hasta que tus camarones alcancen 145°F en la sartén, lo pasarás mal. Para cuando lleguen a tu plato, estarán demasiado cocidos.
Para el mejor sabor y textura, es mejor retirar los camarones del fuego a 120°F (49°C). En ese punto, estarán apenas opacos y aún jugosos, sin ningún indicio de goma. No te preocupes, también seguirán cocinándose un poco una vez fuera del fuego, por lo que siguen siendo seguros para comer.
Sin embargo, si tienes a alguien en casa con un sistema inmunológico debilitado o problemas digestivos, seguir la guía de 145°F (74°C) es definitivamente una opción más segura. Alternativamente, puedes usar un circulador de inmersión sous vide: todas las bacterias dañinas también serán pasteurizadas durante el largo tiempo de cocción.

¿Cómo verificar la temperatura interna de los camarones cocidos?
El método más infalible es usar un termómetro de cocina. Simplemente inserta la sonda en la parte más gruesa del camarón y espera uno o dos segundos para obtener una temperatura interna precisa. En serio, si no tienes uno, definitivamente vale la pena la inversión, ya que además de camarones, también puede usarse para verificar el punto de cocción de bistec, pollo, chuletas de cerdo y más. Sin embargo, si no tienes uno, puedes confiar en otros indicadores, pero ten en cuenta que pueden no ser tan precisos.
Color
Los camarones crudos son inicialmente grises y translúcidos. Una vez cocidos, la cáscara debe ser rosa, la cola roja y la carne opaca y blanca. Sin embargo, si la carne se vuelve de un blanco brillante, probablemente esté demasiado cocida.
Forma
Los camarones frescos y crudos son rectos, mientras que los congelados pueden mostrar una ligera curva. Cuando se cocinan correctamente, los camarones forman una forma de “C”, pero si se curvan en una forma apretada de “O”, probablemente estén demasiado cocidos. Sin embargo, esta señal visual puede no funcionar cuando se asan camarones en brochetas, ya que no se doblan de la misma manera.

¿Cómo cocinar camarones a la temperatura interna ideal?
Cuanto más cocines camarones, mejor serás reconociendo cuándo están listos por su color, forma y textura. Pero incluso los cocineros experimentados no pueden lograr el mismo nivel de precisión que un termómetro de alimentos dedicado. Así que, mientras perfeccionas tus habilidades, sigue siendo mejor practicar con herramientas precisas. Aquí tienes tres de mis formas favoritas de cocinar camarones que podrían serte útiles.
Saltear
Este es probablemente el método más común. Comienza calentando una sartén a fuego medio-alto y añade un poco de aceite o mantequilla. Coloca los camarones en una sola capa. Cocina solo 2-3 minutos, voltéalos y cocina por 1-2 minutos más. Eso suele ser todo lo que se necesita.
Sabrás que están listos cuando se pongan rosas y comiencen a encogerse. Si no estás seguro, usa tu termómetro para verificar la temperatura interna del camarón en la parte más gruesa.

Hirviendo
Lleva agua y rodajas de limón o jengibre a ebullición en una olla. Una vez hirviendo, agrega los camarones y cocina por unos 2-3 minutos hasta que floten y se vuelvan opacos, lo que significa que están listos. Escúrrelos de inmediato, y si los quieres al dente, asegúrate de revisar la temperatura interna del camarón con tu termómetro. Para camarones hervidos, me gusta mantenerlo simple con sal y pimienta o solo salsa de soja.

Parrillada
Enhebra los camarones para facilitar voltearlos y evitar que se caigan de las rejillas. Precalienta tu parrilla a fuego medio-alto y da a los camarones una ligera capa de aceite para evitar que se peguen. Ásalos durante 2-3 minutos por lado, hasta que las cáscaras se pongan rosas y tengan bonitas marcas de la parrilla.

Errores comunes a evitar al cocinar camarones
Sobrecocinar: Este es el error más grande. Los camarones sobrecocidos pueden volverse duros, gomosos e increíblemente poco apetitosos, perdiendo su sabor y textura. Siempre es mejor pecar de cocinarlos un poco menos, ya que siempre puedes cocinarlos un poco más, pero no puedes deshacer la goma.
No descongelar adecuadamente: Si comienzas con camarones congelados, asegúrate de que estén completamente descongelados antes de cocinarlos. De lo contrario, algunas partes podrían estar perfectas mientras otras aún están un poco crudas o completamente sobrecocidas. La mejor manera de descongelar es durante la noche en el refrigerador, o en un colador bajo agua fría corriente para una descongelación más rápida.
No limpiar los camarones: Retira el hilo del camarón antes de cocinar, ya que contiene excremento que dejará un mal sabor.
Alejarse: Los camarones se cocinan en un instante. Este no es el momento para revisar tu teléfono o revolver la pasta. La diferencia entre perfecto y demasiado cocido es literalmente 60 segundos.
No usar termómetro de cocina: La temperatura interna del camarón es realmente la única forma de cocinarlos perfectamente cada vez. Puedes usar un termómetro de carne de lectura instantánea básico o un termómetro de carne WiFi más sofisticado, pero asegúrate de que cualquiera que elijas sea preciso.
